Estaban allí, mirándose, sus ojos pétreos, en ellos se translucía amargura y desesperación.
No podían alcanzarse.
Llegaron allí con mucho esfuerzo, y un viento helado los alcanzó.
Eran dos seres cansados y solitarios.
No existió ni una palabra, ni un gesto, solo el pensamiento los unía, un sentimiento sordo, dormido.
En el medio de la nada, solo ellos dos.
Claudia Mendiondo (Nivadi Da Lucia)(1960- )
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