lunes, 12 de octubre de 2009

El poder de las Palabras

El poder de las palabras se puede experimentar cuando conversamos y compartimos nuestros pensamientos con los demás. Sin darnos cuenta los mensajes de presuposiciones y equivalencias ocultas en las palabras nos pueden cambiar la vida para siempre, pueden ser oraciones simples expresadas por cualquier persona, desde un niño hasta un anciano.
Los mensajes que recibimos y enviamos pueden ser funcionales o no funcionales. Por esta razón es necesario darse cuenta de las palabras que decimos, el orden, la forma y el significado que puede alterar el producto del mensaje en una simple conversación.
El cerebro siempre está creando lazos o vinculaciones neuronales de forma dinámica.
Para darle sentido a las palabras el cerebro necesita vincular la información, una historia o metáfora puede incluir un mensaje oculto, pero si el mensaje no está debidamente estructurado, este puede llegar de otra forma al cerebro del receptor. Esto es evidente cuando se cuenta una metáfora a diez personas y se verifican las respuestas.
He tenido la oportunidad de observar a varios maestros enviar mensajes metafóricos y obtener respuestas inesperadas del receptor. Las creencias tienen relación con este fenómeno, si la persona cree que está enviando un mensaje específico puede seguir creyéndolo aunque esto no suceda. No todo es una creencia cuando hay evidencia.
Aunque en PNL el mapa no es el territorio, a veces si puede serlo, lo importante es poder diferenciarlo. Seria inútil pensar que las palabras tienen influencia basándonos en la presuposición de que influenciar con palabras es posible. Así como pensar que los mensajes que transmitimos están llegando a los demás como creemos que debería suceder. Es evidente que las palabras tienen influencia, pero no es evidente cómo sucede.
Todavía hay muchos terapeutas y programadores que logran crear vínculos en el cerebro de las personas creando redes poco funcionales, yo mismo lo he vivido como cliente. Esto se debe ha que no es suficiente con hacer preguntas, también es importante darse cuenta como se vincula la información en el cerebro de la otra persona mientras piensa las respuestas o recibe la información de su interlocutor.
Mi recomendación es prestar más atención a los mensajes ocultos en las palabras, como las presuposiciones y equivalencias de primer, segundo o tercer orden, preguntándose que es totalmente cierto para la persona y tener cuidado de no interpretar o leer la mente.
Además es importante verificar cuales son los pensamientos que se están procesando en el cerebro de otra la persona y el orden en el que se procesan con cada una de las palabras que escucha, ya que inconscientemente pueden reestructurar la información de forma poco funcional.
Un ejemplo en este diálogo:
A: Hola, ahora me siento seguro de mi mismo.
B: Que bueno porque antes eras muy inseguro.
En esta simple conversación la persona B puede evocar inseguridad a la persona A.

por Fernando Iván Castillo

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