Se lo define como una relación en la que hay armonía, acuerdo, confort o afinidad. En esta relación armónica la persona se abre a la comunicación y responde más a las propuestas.
El establecer un rapport es un paso importante y necesario para el desarrollo de una buena comunicación.
Al hacer rapport nos conectamos con el modelo de mundo de la otra persona.
El acompañamiento debe realizarse de manera sutil y elegante. Una vez logrado el rapport es posible llevar a la otra persona a un estado más positivo. Cuando logramos comprender, "ponernos en los zapatos del otro", la persona está en un estado interno más positivo para hablar sobre el cambio.
El logro del rapport es generalmente inconciente y natural. Los buenos comunicadores lo logran en forma espontánea y quienes así lo hacen quizás no pueden describir conscientemente "como" lo hacen. El rapport puede conseguirse también aplicando técnicas que se obtienen observando a estos buenos comunicadores, que se mueven al ritmo de la otra persona, siguen su voz, utilizan el lenguaje, las palabras del otro. Este "espejamiento" hace que la persona se sienta comprendida y esté más en contacto con sus recursos internos.
Si observamos personas hablando entre sí, se posible descubrir si hay "sintonía" entre ellos, si existe la empatía que permite que funcionemos con más recursos internos.
Los movimientos de los cuerpos se espejan, como en una danza. Cuando uno se adelanta, el otro se adelanta. Cuando uno va hacia atrás, el otro también. Se ríen juntos. Si escuchamos su lenguaje descubrimos que utilizan palabras parecidas, tonos de voces o ritmos similares.
La creación de este contexto es un acto de generosidad que propicia, crea las condiciones para que la persona fluya en su mundo interno, sienta que es comprendida en su problema y que tal vez no es tan grave,y encuentre sus recursos internos para dirijirlos hacia sus objetivos de cambio.
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