Para sentirte más,
para que me dividas el corazón
con el filo árido de tu espada,
Para que agitada por las noches
en vano buscándote me debata,
y en el alba me de alcance
como una muerte amiga.
No me des tregua, vida mía!
Dejame los quemados insomnios,
los humildes afanes y los males.
Dejame disparatados deseos
hinchados por espejismos,
y la tímida sangre agitándose
por cada soplo.
Para sentirte más.
Para que me quemes en la proximidad de tu aliento,
que quiebra y me quita color,
para consumir cada fibra mía en tu fuego,
para anular cada pensamiento,
toda alegría, toda dulzura,
por favor, niégame de nuevo.
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