miércoles, 13 de octubre de 2010

ESTRELLA DE MAR

Ramón iba caminando al atardecer por una playa desértica.

Mientras caminaba, divisó a otro hombre a lo lejos. Al acercarse, notó que el hombre se agachaba constantemente, recogía algo y lo arrojaba al agua. Una y otra vez lanzaba cosas al océano. Cuando Ramón se acercó más todavía, vio que el hombre recogía estrellas de mar que se habían clavado en la playa y una por vez, las iba devolviendo al agua.

Ramón se acercó al hombre y le dijo:
- Buenas tardes. Siento mucha curiosidad. ¿Qué está haciendo?

El hombre le respondió:
- Devuelvo estas estrellas de mar al océano. La marea está baja y todas estas estrellas quedaron en la costa. Si no las echo nuevamente al mar, se mueren aquí por falta de oxígeno.

Ramón respondió:
- Ya entiendo, pero ha de haber miles de estrellas de mar en esta playa. Es imposible agarrarlas a todas, son demasiadas. Además, seguramente esto pasa en cientos de playas a lo largo de toda la costa. ¿No se da cuenta que no cambia nada?.

El hombre sonrió, se agachó, levantó otra estrella de mar para arrojarla de nuevo al mar y respondió:
- ¡Para ésta estrella de mar, sí cambió algo!



Un mundo mejor y más justo empieza con uno mismo.

Tu acto individual por muy pequeño que parece, marca la diferencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario