viernes, 10 de diciembre de 2010

TRAUMAS EMOCIONALES Y ESTRÉS PUEDEN ATROFIAR CIERTAS ZONAS DEL CEREBRO

Hasta ahora se pensaba que el maltrato y abuso sexual sólo afectaban sicológicamente, generando miedo, rabia o desesperanza. Hoy se sabe que también afectan el tamaño y funcionamiento cerebral, lo que dejaría a la persona más vulnerable a diversas enfermedades siquiátricas.
Noemí Miranda
Son múltiples las comparaciones que reflejan el asombro de los científicos ante los misterios del cerebro humano, pero quizás la que más se acerca es la de una caja de Pandora llena de secretos. Y aunque mucho se ha avanzado en la comprensión de lo que pasa en él, aún queda mucho por descubrir y los hallazgos que se realizan no dejan de sorprender.
Uno de esos momentos de renovado interés se vivió en mayo de este año en el marco de la reunión anual de la Asociación Americana de Psiquiatría, en Estados Unidos. En la ocasión se dieron a conocer estudios que señalan que el estrés sufrido a temprana edad y traumas emocionales profundos, como los provocados por el maltrato o abuso sexual, pueden causar la atrofia de ciertas zonas del cerebro.
Una de las investigaciones fue realizada por la doctora Meena Vythilingam, jefa de la Clínica de Investigación en Trastornos del Animo del Instituto Nacional de Salud Mental de EE.UU. El estudio analizó a mujeres adultas que sufrían depresión mayor, la variante más grave de esta enfermedad. Al estudiar imágenes de sus cerebros, se descubrió que las que habían sufrido abuso físico o sexual en su infancia o adolescencia mostraban una reducción del hipocampo de hasta un 18%, en comparación con las que no habían sufrido abuso. Esa zona del cerebro está asociada con estímulos emocionales y la memoria.Estudios anteriores habían mostrado que "las personas que sufren depresión presentan atrofia en la corteza prefrontal y esos cambios se relacionan con la duración e intensidad del cuadro depresivo", explica el siquiatra Jorge Quiroz, del programa de Trastornos del Animo y la Ansiedad del Instituto Nacional de Salud Mental. El experto estuvo en Chile dictando una charla en el Seminario Internacional sobre Enfermedad Bipolar.
Otra zona que también es afectada por los traumas o el estrés es la amígdala que, junto con el hipocampo y la corteza prefrontal, juega un rol importante en el manejo de las emociones.
Vulnerando la resistencia
Según el siquiatra Sergio Gloger, director de Psicomedica, "que una enfermedad como la depresión cause daño en el cerebro pudiera no ser tan sorprendente, pero sí lo es el que experiencias de vida intensas, como un estrés sostenido en el tiempo o traumas emocionales intensos a temprana edad causen el mismo daño a nivel neurológico".Este impacto en el cerebro, que se traduce en una reducción en las áreas encargadas de controlar las emociones, dejaría a la persona más frágil y vulnerable a que en el futuro tenga más riesgo de padecer distintas enfermedades siquiátricas, como depresión, trastorno bipolar o cuadros de ansiedad, entre otros.
Las zonas afectadas no sólo ven disminuido su tamaño, explica el siquiatra Danilo Quiroz, de Psicomedica, sino que esto se asocia con una reducción en el tamaño de las neuronas, disminución de las conexiones que se realizan entre estas células y del funcionamiento general de las zonas afectadas.
Recuperando funciones
Otro hallazgo que ha sorprendido a los científicos en el último tiempo, es que los fármacos para tratar algunas enfermedades, como los antidepresivos, tienen un efecto positivo sobre esas zonas.
El doctor Jorge Quiroz explica que éstos favorecen un fenómeno conocido como neuroplasticidad, esto es, la capacidad del cerebro para recobrar sus funciones. "Se ha visto que los fármacos facilitan que las neuronas crezcan, que se hagan más grandes y robustas y que generen más conexiones con otras células nerviosas". Lo esperanzador, concluye, es que el fenómeno de recuperación se ha visto, justamente, en las áreas atrofiadas.
tendencias@copesa.cl
Factores que protegen y otros que debilitan
No todos los individuos que han vivido episodios traumáticos sufrirán algún tipo de trastorno mental, ni todos los que estén bajo intenso estrés (como las víctimas de robos con violencia o las que han estado en una guerra) desarrollarán problemas. La razón, explica el siquiatra Sergio Gloger, es que en el surgimiento de enfermedades como la depresión, la ansiedad o el cuadro bipolar, confluyen distintos factores: los genes, la historia personal del individuo y los eventos que enfrente durante su vida. Por ello, agrega, hay personas que habiendo sufrido condiciones extremas, presentan una sorprendente salud emocional. "Este es otro misterio, el fenómeno de la resiliencia, que protege a los sujetos que la presentan", dice el siquiatra Danilo Quiroz.
La resiliencia es la capacidad que exhiben algunas personas que resisten los embates, sufren el dolor, pero se recuperan y terminan más sanos y fortalecidos que antes.
Se sabe que en esta suerte de armadura protectora inciden varios factores, entre los que destaca el contacto con afectos vitales en la infancia. Cuidar el desarrollo de los niños ahora puede protegerlos en el futuro, advierte Gloger.

http://www.icarito.cl/medio/articulo/0,0,3255_5726_38404423,00.html

1 comentario:

  1. Es impresionante el efecto de los traumas emocionales sobre el cerebro y todo nuestro organismo. Tambien vemos la crucial importancia de tratar puntualmente estos traumas antes que afecten de forma grave

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